JOSÉ LUIS LOYO OCHOA y JUAN LOBEIRA.

Veracruz Ver. Mx. Los mexicanos somos una raza acostumbrados a vivir con creencias y respetos a los demás, ese respeto y esas creencias las llevamos desde la cuna, son hechos enseñados por los  abuelos y los padres, y, sobre todo, hemos sabido respetar a los mayores, y esos respetos nos dan un tipo de vida, que en donde existe el respeto, desde niños nos acostumbramos a ver, con mayor respeto a quienes son mayores de edad. Y esa forma de brindarle respeto a los adultos nos viene enseñando que, desde los abuelos a los padres cuando actuamos respetando al prójimo, vamos al buen camino. Pero hoy, esas formas de vivir quedaron en el olvido, ahora los jóvenes burlan a los ancianos y, si pueden, les quitan lo que lleven de valor, aunque solo sea para un refresco o para un cigarro, y entre estas chamacadas se ríen viendo la situación del anciano. Lo triste del caso es que, actualmente ese es el tipo de vida que promulga entre las juventudes actuales.

Y BIEN, entre los políticos actuales las cosas marchan casi al igual, en las cámaras de diputados y la de senadores, se hace costumbre ver que, ellos mismos se mofan de sus compañeros cuando dan equivocadas sus presentaciones, y entre ellos mismos corren las risas burlando al compañero que tuvo el desliz de su interpretación, hace años, cuando estaban de presidentes Peña y los anteriores aunque parezca broma, todos los sentados en esos dos salones respetaban al compañero, cosas que hoy ya no se miran, entre ellos se mofan del que sube a dar su discurso o su comparecencia, pero el detalle está en, hasta en esos adultos se dan las burlas por quienes tienen yerros en sus presentes de magistrados, pero si eso se mira y observa entre gente supuestamente de altura en materia de conocimientos, que se puede esperar de gente que n o sabe ni siquiera rebuznar como lo que es, “UN BURROTE”, y lamentablemente hoy, entre los que creemos son letrados, existen al por mayor los más BURROS QUE LAS ACÉMILAS.

Pero esos son puntos y borrones, la única verdad que prevalece es, la sociedad mexicana actual no ha sobresalido un ápice entre las demás ACÉMILAS, cada elocuencia que vemos en la presentación de cada legislador, lo que vemos son presentaciones de PAYASOS DE CIRCO, y éstos no pueden dar una carcajada al público porque ellos mismos llorarían de temor de no saber hacer reír al público, y en la vida circense esas faltas les sobra el despido del CIRCO. Hoy, cada cambio de senadores y de diputados, es un cambio de PAYASITOS y cada NUEVO payasito llega al CIRCO sin saber dónde se debe bailar la BAMBA. Estos bailes los vimos con la demostración de los primeros diputados y senadores que llegaron del partido MORENA, ahí si que hubo legisladores para hacernos morir de risa que vez que alguno de ellos subía a exponer sus charadas, eso si que, el pueblo estaba atento para reírse a lo grande, decían muchos atentos de esos diputados que esperaban cual nos hacia reír más, y que deberían de haberles prestado sus comales a las mujeres y sus pulques a hombres, el caso es que, cada ocasión que había asamblea todos los visitantes querían sus lugares para sus risas. Y esas presentaciones no eran para burlarse de nadie, sencillamente eran presentaciones de cada una de las personas que ahora tenían en sus manos el PAÍS LLAMADO MÉXICO, y entre ellos eso era motivo de burlona alegría. Y en fin apreciado lector, no somos burlones de la ignorancia de un pueblo INEPTO, sencillamente exponemos la clase de vida que, el cambio dado al gobierno.

Y fue en ese cambio donde  nos el famoso peje lagarto nos vino a desgraciar a todos, nos enseño a recibir unos pesos pero no nos enseño como ganar esos pesos.

Y por hoy hasta aquí llegamos dejándoles como siempre los modernos medios para servirles: loyocrucero@hotmail.com  loyocruceropolitico@yahoo.com.mx  Twitter www.crucero_politico Facebook  (loyocrucero@hotmail.com) y su portal de Internet   cruceropolitico.com

Y les damos sinceramente las gracias por el favor de su atención, sus amigos José Luis Loyo Ochoa y Juan Lobeira, les damos sinceramente las gracias.