En la ciudad rusa de Nóvgorod se llevó a cabo esta semana la reunión de cancilleres de los países integrantes de los BRICS, agrupación que se ha fortalecido con la incorporación de diez nuevos miembros, además de los originales: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

En conjunto, han logrado integrar un fuerte contrapeso al poderío de Estados Unidos y alcanzan a conformar una nueva geopolítica, con lo que se termina el mundo unipolar, para transitar a uno multipolar.

Al término del encuentro, el canciller ruso, Sergei Lavrov, ofreció una conferencia de prensa para advertir que si Estados Unidos cree que si provoca la Tercera Guerra Mundial se beneficiará, lo único que logrará será hacer sufrir a Europa.

La inestabilidad económica mundial y la contracción en el crecimiento económico global han sido producto de la política de Washington, que financia y alienta conflictos bélicos como los de Ucrania y Medio Oriente, con lo cual sabotea la arquitectura de seguridad internacional, estableció Lavrov.

La intención estadounidense de debilitar a Rusia con bloqueos económicos no le resultó en buena parte por el respaldo de los BRICS, que han cerrado filas para fortalecer sus intercambios comerciales y las transacciones de mercancías con monedas nacionales, fuera de la órbita del dólar.

En lo político, también han establecido una fuerte posición que se vio en la decisión de los Ministros de Relaciones Exteriores de los BRICS, al anunciar su apoyo a la plena membresía de Palestina en las Naciones Unidas y el compromiso con la visión de la solución de dos Estados, incluida una Palestina independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital.

En el futuro inmediato se observa un fortalecimiento de esta agrupación de naciones, a la que Cuba ha solicitado ingresar también, mientras que Estados Unidos se debilita en la delineación de un nuevo orden económico mundial, con sus claras consecuencias políticas y sociales.

SUSURROS

En México, los representantes de la derecha siguen jugando a la especulación para presionar al Gobierno de López Obrador y a su sucesora Claudia Sheinbaum para evitar la Reforma Judicial.

Sin embargo, seguro es que no habrá marcha atrás en la decisión de elegir por voto popular a los ministros, magistrados y jueces. Si acaso habrá ajustes en las formas, en los requisitos de quienes puedan acceder a esos cargos y en los procedimientos. Veremos.

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